No es posible ya que MikroTIk fue diseñado con el kernel de Linux por ello la asignación de direcciones ip la realiza de atrás hacia adelante siempre.

La forma en que MikroTik RouterOS, basado en el kernel de Linux, asigna direcciones IP a través del DHCP puede no seguir siempre un patrón ascendente estricto desde la dirección más baja a la más alta dentro del rango especificado. En muchos sistemas DHCP, incluidos los que se basan en Linux, la asignación de direcciones IP puede no ser puramente secuencial de inicio a fin del rango de direcciones definido.

En MikroTik RouterOS, y más ampliamente en sistemas DHCP basados en Linux, el servidor DHCP tiende a asignar direcciones IP comenzando por el final del rango de direcciones definido, moviéndose hacia el inicio del rango. Esto significa que si tienes un rango de direcciones de 192.168.88.2-192.168.88.253, el servidor DHCP podría comenzar asignando direcciones cerca del final del rango (por ejemplo, .253, .252, etc.) y continuar hacia abajo.

La lógica detrás del método de asignación de direcciones IP puede variar y no es necesariamente garantizado que siga este patrón en todos los casos o configuraciones. Factores como la renovación de direcciones IP, solicitudes específicas de clientes DHCP (si un cliente solicita una dirección que antes tenía, por ejemplo), y las reservas de direcciones IP pueden afectar el orden en que se asignan las direcciones.

Si bien no se puede cambiar inherentemente el método de asignación de IP para que siga un orden ascendente estricto a través de configuraciones en RouterOS, se puede gestionar el rango de direcciones y las asignaciones mediante reservas específicas si se desea tener un mayor control sobre qué direcciones IP se asignan a dispositivos específicos.

Lamentablemente, para aplicaciones donde se necesita un control estricto sobre el orden de asignación de direcciones IP dentro de un rango, las limitaciones del servidor DHCP en RouterOS y otros sistemas basados en Linux pueden no permitir un ajuste fino directo de este comportamiento. La práctica recomendada generalmente implica gestionar expectativas y diseñar la red teniendo en cuenta el comportamiento predeterminado del servidor DHCP.